02/08/13 - La Juventud Maronita Líbano-Venezolana (Jumalve) pasó un fin de semana en la hermosa ciudad de Puerto Ordaz, donde la alegría, la unión y la espiritualidad dijeron presente de la mano de la comunidad maronita guayanesa y el Padre Youhanna quienes hicieron de anfitriones de lujo para nuestra fundación.
Viernes:
Una treintena de jóvenes maronitas se congregó en la tarde del viernes en el Aeropuerto Nacional Simón Bolívar para iniciar el viaje a tierras orientales, donde fueron recibidos con una misa presidida por Monseñor Agustín Saab, jefe de la Orden Libanesa Maronita en Venezuela y a quién también se le festejó por ser el día de San Agustín. Al finalizar la eucaristía tanto los jóvenes como el abate fueron agasajados con una multitudinaria cena en las instalaciones del salón de fiestas de la Iglesia San Charbel de Puerto Ordaz.
Sábado:
La mañana del sábado comenzó con un desayuno en la Iglesia, mismo que sirvió para cargar las energías para la que sería una jornada colmada de diversión, cultura y unión. Los jóvenes de ambas ciudades partieron para el Parque La Llovizna, maravilloso lugar para encontrarse con la naturaleza, su poder y visitar entre otras cosas el Salto La Llovizna, lagunas, jardines, bosques y donde los jumalvistas quedaron maravillados ante la impresionante muestra de belleza que posee el Estado Bolívar.
La siguiente parada fue en el Eco-Museo del Caroní, donde el arte y la arquitectura se fusionan para mostrar cómo funciona la cuenca del río y el proceso hidroeléctrico, además de que pudieron visitar una exposición de Orquídeas cerrando con broche de oro la visita al recinto.
El almuerzo se realizó en el Centro Comercial Orinokia, donde los asistentes pudieron pasear un rato previo a un paseo que sería inolvidable, el paseo en chalana. A las 5:00pm los jóvenes ocuparon una embarcación que los llevaría por el río Caroní hasta la unión con río Orinoco, mientras la música y la diversión rebosaban la embarcación. Un acercamiento en primer plano a los Saltos la Llovizna y Cachamay impactarían a los jumalvistas y a sus anfitriones, mismos que nunca pararon de reír con las ocurrencias de los presentes.
Al regreso del paseo por chalana tocó la hora del encuentro con Dios, un rezo íntimo y emotivo dirigido por el Padre Youhanna quien también se dispuso a oír a todo aquel que se le acercara para confesarse ante Dios y quien es sin duda un padre que inspira una admiración gigante dentro de la juventud guayanesa y caraqueña.
Luego del rezo la comunidad oriental dispuso una cena con toques de celebración para los integrantes de la fundación, haciendo gala, una vez más, de los grandes dotes de anfitriones y de ese don natural libanés para la cordialidad recibimiento y simpatía.
Domingo:
La jornada del domingo inició con un desayuno en la Iglesia San Charbel y con una charla entre los presentes para intercambiar experiencias y anécdotas del encuentro, al finalizar, una misa solemne y exquisita, oficiada, una vez más, de manera sublime por el Padre Youhanna sirvió de preámbulo para una parillada de despedida en donde entre risas, música, comida y diversión se le dio punto final a un viaje inolvidable, que esperemos sea el primero de muchos encuentros entre ambas comunidades.